En el mundo se han invertido muchos esfuerzos y recursos en investigaciones para el mejoramiento de las razas de porcinos con el propósito de que estos animales adquieran ciertas características deseables durante su crianza y reproducción para la obtención de mejores rendimientos en la producción de carne.
Si nos referimos a las razas idóneas para contar con buenas madres, tenemos las Landrace y Yorkshire, preferidas por los productores cruceños, porque tienen buena producción de leche y hábitos excelentes de cuidado al lechón, es decir, un buen instinto maternal. Además, poseen un cuerpo largo que le permite alimentar a todos sus lechones al mismo tiempo.
Entre las razas para el padrillo se tienen las Hampshire y Pietrain. Aunque su adquisición implica una importante inversión para los porcicultores cruceño, ésta se justifica al momento de la inseminación artificial, pues con este método pueden abastecer para 100 madres, en comparación con las 20, si se procede con la monta natural. La raza Pietrain es la preferida por la conformidad de los jamones.
En los últimos años se observa un acelerado proceso de automatización en las granjas de los productores afiliados a ADEPOR, factor que repercute en la calidad de la carne de cerdo que se produce, en la productividad y en un manejo más eficiente. Esta tendencia también está asociada a mayores exigencias de los consumidores y de la evolución de la industria a nivel internacional, lo que exige una gestión de la producción que respeta el medioambiente y cumpla con todas las normativas de sanidad.
En cuanto a la gestión productiva, la alimentación es un proceso clave. A una mejor calidad de los granos, alimento balanceado y control sanitario, acompaña la automatización y optimización de los sistemas de alimentación y el control adecuado del peso de cada animal.
Actualmente, la implementación de tecnología en las diferentes fases de producción continúa constante avance.
Manejar a la hembra y cuidar al macho son dos actividades que merecen especial atención dentro de la granja. La gesta es de 114 días (regla 3-3-3) es decir, 3 meses, 3 semanas y 3 días. Una vez la hembra ingresa al estado de gestación, ésta debe ser tratada con mucha delicadeza y cuidados necesarios durante 30 días.
Su nutrición a partir del día 85 debe ser específica y adecuada en base a fibras para evitar su sobrepeso y garantizar el exitoso desarrollo del embrión. Una hembra puede llegar a parir entre 10 y 14 lechones. Cinco días antes de la fecha que ingrese a trabajo de parto, las madres son llevadas a la sala de maternidad y preparadas en ambientes limpios y desinfectados.
Iniciado el parto, los lechones pasan por un proceso de limpieza antes de ser llevados a la tetilla de la madre para ser alimentados durante uno o dos minutos. Los primeros siete lechones nacen y se alimentan para luego dormir y dar paso a sus hermanos. A los cinco días de nacidos, son capados mediante un proceso indoloro y sin sangrado.
Después de cinco meses de crianza, el peso ideal que alcanza el cerdo antes del faeno está entre 100 y 120 kilogramos. La genética es un factor determinante para alcanzar este peso.
El lugar para la cría del animal debe estar siempre limpio, cerrado y sometido a programas de limpieza, desinfección y control de roedores. Las ventanas tienen que estar protegidas con mallas o mosquiteros que garanticen la ventilación y eviten el ingreso de insectos. El piso tiene que estar revestido de cemento u otro material que proteja contra la humedad; deben existir tarimas (evitando las de madera) que permitan separar o aislar al animal del suelo, mínimamente a un metro de altura y con rejillas que permitan fluir los líquidos hacia abajo manteniéndolo alejado al animal del contacto con excremento u orina, evitando así cualquier posible infección.
Algunas granjas tienen ambientes climatizados que permiten además de todos los cuidados mencionados, mantener a los padres y a sus crías en la temperatura adecuada.
Las fases o etapas de la producción porcina se caracterizan por el manejo técnico y nutricional para lograr la mayor productividad en la granja y ofrecer la mejor carne a la población.
En la etapa de LACTANCIA, los cerditos permanecen con su madre durante 21 y 28 días, considerado este un destete tradicional. En esta fase el principal alimento es la leche, ya que fisiológicamente su organismo produce lactasa como enzima. Alrededor de los siete días se le oferta alimento sólido, que también contiene altos niveles de lactosa y proteína de alta digestibilidad. Los animales permanecen en ambientes confortables, dotándoseles a la cerda y a sus crías temperaturas adecuadas.
La fase de DESTETE dura alrededor de 30 días y es una de las más difíciles de manejar, debido al estrés que sufren los lechones a causa del alejamiento, el cambio de alimento, de ambiente, comederos, personal y la mezcla con otros lechones. Para que los animales superen esta fase se requiere un manejo adecuado dotándoles ambientes confortables, alimentos que cumplan con los requerimientos nutricionales de la etapa, comederos acorde a su edad. En esta etapa se recomienda mantener a los lechones sobre parrillas plásticas o metálicas, evitar mojarlos y tener un buen manejo de cortinas.
La etapa de RECRIA, TRANSICIÓN O CRECIMIENTO, tiene una duración de 60 días y al finalizar la misma los animales alcanzan un peso entre 70 y 75 kilogramos.
En la fase de ACABADO, con un promedio de 30 días, los animales los cerdos reciben dietas acordes a los requerimientos nutricionales, el objetivo es sacar al mercado ejemplares de 100 o más kilos. En la producción porcina moderna el objetivo es tener animales magros con bajo contenido de grasa.
A estas etapas, que son netamente productivas, tenemos las reproductivas en las que se encuentran las hembras de remplazo, vacías, lactantes y gestantes, además del plantel de verracos.
Ph.D. MVZ Rolando López Cabezas
Profesor de Producción de Cerdos
Facultad de Ciencias Veterinarias UAGRM
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